A veces lo que más te hace falta, es tener paciencia en ti misma, en ti mismo.

La paciencia nos da la confianza en que somos capaces de vivir nuestros procesos personales, los aprendizajes que escogimos experimentar en esta vida, según mi tiempo, según mi naturaleza.

Es dejar de exigirte el encajar en el «estándar» de las otras personas… tú eres tu propio estándar, eres única, eres único.

La confianza en que luego de la tormenta llega la calma, y que luego de la noche siempre llega un nuevo amanecer.

Lindos amaneceres para cada uno.

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